jueves, 13 de diciembre de 2012

Gracias por leer.

10. Libros, para que no se te olvide


Por último, quisiera recordarte que un libro también puede usarse para leer, y en mi humilde opinión, es mi uso favorito. Bueno, después de Presidential Book Toss.


Último consejo: No leas libros malos.

9. Libros de una sentada


¿Alguna ves has tenido que hacer filas enormes por horas en la calle? 

El cansancio de permanecer parado tanto tiempo, siempre nos obliga a buscar un lugar donde sentarnos, pero cuando se está haciendo fila para algo, no podemos abandonar nuestro lugar en pos de un lugar cómodo en donde posar nuestras asentaderas. 


Es en esos momentos de desesperación, que llevar un libro con nosotros puede resultar muy conveniente, eliminando todos los inconvenientes que representa sentarse en la calle. De tal modo, que podemos satisfacer nuestra necesidad sin ensuciarnos y sin perder nuestro lugar en la fila. 

Consejo: Utiliza libros de pasta blanda para que sean delicados con tus pompis, y no olvides revisar si hay un chicle masticado o cualquier otra cochinada en donde vas a colocar tu libro. 

8. Libros para "ninis"

Ser un nini es vergonzoso. Cuando tus familiares te pregunta qué haces , casi siempre tienes que mentir o inventar que estás trabajando en algunos "proyectos" propios. (Como pasar el nuevo juego de Halo) 

Pero lo peor de cuando alguien se entera que no haces nada de tu vida, es la mirada que te dan. Una combinación entre lástima y decepción que te hace sentir como el ser más bajo e insignificante del planeta. 

La solución a este problema es muy simple. Lleva un libro contigo a todas las reuniones familiares, así la gente pensará que eres una persona a la que le gusta aprender y superarse y no te cuestionarán. Después de todo, hay gente que sólo ha leído un libro en toda su vida y probablemente no se atreverán a cuestionarte por temor a que sepas más que ellos. 

Consejo: No lleves un libro muy conocido a menos que ya lo hayas leído (y si eres nini, probablemente no sea el caso) o correrás el riesgo de que alguien que lo conozca quiera discutirlo contigo. 

7. Libros para calzado

Los libros nos ofrecen una superficie plana, muy resistente y con diferente volumen, de acuerdo a su número de páginas. Eso los hace perfectos para ser usados como calzas en mesas, sillas, camas y demás muebles que se encuentran desnivelados. Es importante que no se coloquen en lugares expuestos a la lluvia, ya que las hojas de los libros no son resistentes al agua, esta es una solución exclusiva de interiores.

Consejo: No es recomendable usar la Bilblia, el Corán, ni cualquier otro libro religioso como calza, ya que algunos fanáticos religiosos podría considerarlo ofensivo. 

6. Libros para decorar interiores


Los libros normalmente tiene muy bonitas portadas y títulos cautivadores, esto los hace un perfecto artículo decorativo para tu hogar, sin mencionar que a las chicas y a tus padres les encantará. 


Consejo: Las revistas pornográficas no entran en la categoría de libros y tampoco serán bien vistas por tus padres ni por la chicas. (Bueno, por algunas chicas.)

5. Libros para hacerte menso


Cuando viajamos en transporte público es muy común que llegue un viejito o una linda dama a pararse junto a ti, esperando a que le cedas el asiento, y esto puede resultar muy incómodo. 


Una de las técnicas más comunes para evitar ser juzgado fríamente por todos los presentes es pretender que estás dormido, pero es un tanto inconveniente si consideras que tienes que estar atento para saber cuando haz llegado a tu destino. 

Es por eso que te recomendamos sacar un libro y pretender que lees. Así, puedes estar seguro que nadie te molestará, ya que pensarán que estás educándote y haciendo algo de provecho. Y si estás muy angustiado y el remordimiento no te deja tranquilo, no te preocupes, seguramente todos en el vagón estarán pensando que deberían seguir tu ejemplo y aprovechar para leer un buen libro en lo que llegan a su destino, y lejos de ser una desgracia para la sociedad, serás fuente de inspiración y un buen ejemplo.

Consejo: Si no has leído el libro que llevas contigo, también puedes aprovechar para en verdad leerlo.